se preguntó Christopher de Ray of Love. “Los buscamos y al final los fuimos encontrando uno a uno escondidos en las casas porque sus familias se avergonzaban de ellos, e incluso algunos mendigando por las calles”. Éstos son los orígenes de esta organización local.
“Para nosotros, los menores con discapacidad intelectual son los más pobres de todos porque están dentro de familias donde hay otros cinco o seis niños. La familia, que normalmente no tiene dinero suficiente, suele ocuparse de los otros hijos porque son más útiles y a la larga les producirán beneficios. Así, estos menores son los últimos en comer o en tener acceso a la salud”, nos explican. “Las familias se avergüenzan de ellos porque se considera que estos niños dan mala suerte o que son una maldición y por eso los esconden, cuando no se los elimina…”. Eso ayuda a entender el grado de discriminación al que están sometidos estos menores.
En este país es posible “tener un niño con una discapacidad en el vecindario y nadie ser conscientes de su existencia”, afirma Christopher. “La discapacidad es tabú”. "De ahí que también nos focalizamos en la educación de las familias y todos los viernes los dedicamos a las visitas familiares. Es clave esta labor con los progenitores “para que dejen de ver a sus hijos como portadores de mala suerte y entiendan que pueden hacer vida normal y acudir al colegio, por ejemplo”.
Desde que Ray of Love abrió esta aula en la escuela Kigoma Primary del barrio de Kamala para trabajar con estos niños, ha sido testigo de una gran evolución en la forma en que las familias y los vecinos les tratan. “Las madres ahora saben que sus hijos pueden, por ejemplo, ir a la escuela, pueden aprender”. E incluso, si consiguen un nivel óptimo, integrarse en un curso de la escuela formal junto al resto de niños. Esto les ha hecho descubrir otro problema: que muchos profesores no están preparados para recibir a estos menores “Muchas veces hay discriminación, no los ven con los mismos derechos que a los otros niños”. Por lo que llegado el momento, también habrá que ir a las escuelas y hablar con directores y profesores para sensibilizar en la acogida, integración y no discriminación.
Pero el objetivo de Cristopher va allá de esta aula en el Kigoma Primary. Su deseo sería poder tener y gestionar su propio centro y de esta manera dar cabida a muchos más niños y al mismo tiempo que pudieran estar en régimen de internamiento para poder ofrecerles la atención integral que merecen, social, educativa, nutricional y autonomía, "no solamente durante las 4 horas diarias que vienen a clase de lunes a jueves”. Por eso se constituyeron como organización no gubernamental. “Es la única manera de que algún día podamos acceder a ayudas que nos permitan abrir nuestro propio centro para que todos los niños con discapacidad intelectual de Kigoma tengan un lugar de referencia, donde desarrollarse e integrarse, y los más importante, donde puedan ser niños, y niños felices.”
Éste es el motivo que ha llevado a KARIBIA a emprender una colaboración con Ray of Love. “Nos cuesta mucho conseguir fondos para mantener y mejorar nuestro proyecto, para que se reconozca nuestro trabajo y que se acerquen a nosotros para ayudarnos. Esta colaboración con KARIBIA supone mucho para nosotros y para todos los niños del programa”.
"Where are the children with disabilities?"
wondered Christopher from Ray of Love. "We looked for them and eventually found them one by one hiding in homes because their families were ashamed of them, and some of them were even mending in the streets. These are the origins of this local organisation.
"For us, children with intellectual disabilities are the poorest of all because they are in families where there are five or six other children. The family, which usually does not have enough money, usually takes care of the other children because they are more useful and in the long run they will make a profit. So these children are the last to eat or to have access to health care," they explain. "Families are ashamed of them because these children are considered to be bad luck or a curse, so they hide them, if not eliminate them...". This helps to understand the degree of discrimination to which these children are subjected.
In this country it is possible "to have a child with a disability in the neighbourhood and no one is aware of its existence", says Christopher. "Disability is taboo. That's why we also focus on educating families and every Friday is dedicated to family visits. This work with parents is key "so that they stop seeing their children as unlucky and understand that they can lead a normal life and go to school, for example".
Since Ray of Love opened this classroom in the Kigoma Primary school in Kamala neighbourhood to work with these children, they have witnessed a great evolution in the way families and neighbours treat them. "Mothers now know that their children can, for example, go to school, they can learn. And even, if they reach a good level, they can join a formal school class with the rest of the children. This has led them to discover another problem: that many teachers are not prepared to receive these children "There is often discrimination, they do not see them with the same rights as other children". So when the time comes, it will also be necessary to go to schools and talk to headmasters and teachers to raise awareness of welcome, integration and non-discrimination.
But Christopher's goal goes beyond this classroom at Kigoma Primary school. Their wish would be to be able to have and manage their own centre and in this way be able to accommodate many more children and at the same time to offer them the integral attention they deserve, social, educational, nutritional and autonomy, "not only during the 4 hours a day that they come to class from Monday to Thursday". That is why they set themselves up as a non-governmental organisation. "It is the only way that one day we will be able to access grants that will allow us to open our own centre so that all the children with intellectual disabilities in Kigoma will have a place of reference, where they can develop and integrate, and most importantly, where they can be children, and happy children”.
This is the reason why KARIBIA has undertaken a partnership with Ray of Love. "It is very difficult for us to raise funds to maintain and improve our project, to have our work recognised and to be approached to help us. This partnership with KARIBIA means a lot to us and to all the children in the programme".
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